Estambul: entre dos continentes
- María Gómez Cabrera
- 15 nov 2012
- 5 Min. de lectura

"Dios es más grande, Dios es más grande / Doy fe de que no hay más dios que Dios / Doy fe de que Mahoma es el mensajero de Dios / Acudid a la oración / Acudid a la salvación / La oración es mejor que el sueño / Dios es más grande / No hay más Dios que Dios".
Los hombres salen a rezar porque esas frases en árabe que cinco veces al día suenan desde los minaretes de las mezquitas son el llamado a la oración a la que convocan todos los imán (personas que presiden las plegarias en el islam).
Todo sonará como un canto ensordecedor que se repetirá y que estremecerá su conciencia para hacerlo entender que es mejor estar despierto que dormido.
Entonces recordará que ha puesto sus pies en tierra musulmana. Estará en un lugar en el que Dios llama a la oración, en la Antigua Bizancio, Constantinopla: Estambul.
Los llamados que comienzan a sonar como un eco en la madrugada y un sol rojo que se posará amenazante sobre el horizonte durante el tiempo de verano, le harán pensar que no hay necesidad de viajar con despertador, y así cada día lo sorprenderá, y quizás recordará los grabados de Antoine Ignace Melling, los libros de Orhan Pamuk o la música de Tarkan.
Pero el sueño iniciará cuando vea más de tres mil mezquitas sosteniéndose sobre un terreno montañoso y observe cómo la ciudad se divide por el Bósforo, un estrecho que comprende la unión del mar de Mármara y el mar Negro.
Emprenderá un viaje que le recordará los paisajes de Las mil y una noches, visitará los palacios de los sultanes, probará las delicias turcas -cargadas de almendras y pistachos-, acudirá a los museos, pasará por calles atestadas de comercio y gatos callejeros, disfrutará de una caminata por inmensos bazares de aromas y colores, y por un instante, cuando alguien se acerque para ofrecerle una taza de té, no dudará de su existencia.
Espejismos
Estambul significa historia y hay lugares que son símbolos silenciosos de un pasado que usted puede revivir en carne propia. Grandes piezas arquitectónicas como el Museo de Santa Sofía y la Mezquita Azul son una muestra fiel de la transformación de una cultura que dejó de ser católica para convertirse al islam, que transformó las catedrales en mezquitas y que adecuó con alfombras y cerámicas de Iznik (Turquía) los templos que honran a Alá.
Para quedar más sorprendido no olvide visitar el Palacio de Topkapi y el Palacio Dolmabahçe, lugares en los que no solo se guardan grandes tesoros sino además las historias de las mujeres de los sultanes, quienes no podían salir del harem.
Pero pasear por los lugares más visitados por los turistas, aunque es enriquecedor, no significa llegar a las entrañas de esta ciudad. Existen sitios que pueden estar cerca a usted y que pocos visitan; estos revelan otro punto de vista de un destino en donde los límites no existen. Aquí dos:
Basílica Cisterna: Fue construida en el siglo VI por el emperador romano Justiniano I con el objetivo de proveer de agua a la ciudad. Esta cisterna es una cámara subterránea que consta de 336 columnas, cada una de nueve metros de altura. Precio de la entrada: 10 liras turcas (10.000 pesos colombianos).
Iglesia de Chora: Uno de los grandes ejemplos de arte bizantino. Sus mosaicos y frescos que relatan la vida de Jesús y María merecen ser vistos. En el siglo XVI la iglesia fue convertida en mezquita y actualmente funciona como un museo. Precio de la entrada: 15 liras turcas (15.000 pesos colombianos).
Cómase a Turquía
Temerles a las comidas puede ser natural cuando se está lejos de casa, pero en Estambul es imperdonable no probar. Su gastronomía es una sinfonía de sabores que pondrán a bailar a su paladar y la comida aparecerá al frente de usted constantemente. Cuando esté caminando en la calle verá estanterías atestadas de dulces, carritos ambulantes que venden castañas tostadas y en casi todas las esquinas un rollo de carne jugoso se moverá lentamente frente a un horno. La imagen lo hará pasar saliva y deseará probar el famoso kebab. Pero aunque es bueno degustar el sabor de las calles, también es importante visitar los establecimientos de comida típica, como el restaurante Hamdi, un lugar en el que la oferta de kebabs lo pondrá a pensar dos veces, y en donde la sugerencia es ordenar su comida con un frío yogur salado (ayran).
Koska: Si busca deleitarse con los sabores tradicionales de los postres turcos, no dude pasarse por esta tienda. Encontrará allí deliciosos dulces como el baklava (masa de hojaldre cubierta con miel y pistachos) y el lokum (un dulce que en su interior contiene pistachos, avellanas o nueces).
360 Restaurant: Si se trata de salir a tomar unas copas, o unos rakis, visite este lugar. Ofrece una carta muy completa donde encontrará desde platos internacionales hasta una gran oferta de licores. Tendrá una vista impresionante de toda la ciudad. Y queda en la Isla Galatasaray.
Café de Pierre Loti: Si tiene suficiente tiempo en Estambul y quiere tomarse un descanso lejos de los demás turistas, acérquese a este lugar desde el cual podrá observar todo el Cuerno de Oro (histórico estuario a la entrada del estrecho del Bósforo). Allí podrá tomarse un café turco tradicional preparado en horno de leña. Tel: (90) 212 581 26 96.
De tienda en tienda
Estambul es una ciudad viva, es ruidosa y casi todos sus callejones y puertas tienen un almacén. Por eso, aproveche. Si va a visitar esta ciudad no dude en darse gusto, compre, porque puede arrepentirse al final. Hay dos lugares que se destacan entre los demás por su tradición: el Bazar Egipcio (ideal para comprar especias, perfumes, caviares y tés) y el Gran Bazar, donde encontrará más de 4.000 tiendas en un solo lugar. Allí podrá comprar todo tipo de suvenires, lámparas, narguilas (pipas de agua) y accesorios. Pero, ¡tenga cuidado! En ambos mercados hay que saber regatear: ofrezca la mitad del precio original, de lo contrario es muy posible que salga estafado.
El Rincón de Fehmi: Si está loco por comprarse una alfombra, es recomendable que vaya a este almacén. Allí le ofrecerán todo tipo de tapetes y le darán el certificado de originalidad.
Concept-Ist: Si se antojó de una turquesa o de un topacio, cómprelo, pero no en cualquier establecimiento. Cuando se trata de piezas de calidad es recomendable llegar a una joyería. Aquí le venderán pulseras, pendientes y anillos a precios razonables. Tel. (90) 212 519 1931.
Centro Comercial Forum Istanbul: Es el más grande de la ciudad y es ideal para comprar ropa a muy buenos precios. Allí podrá encontrar más de 280 marcas nacionales e internacionales, las últimas tendencias y estilos.
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